Mediante el Acuerdo de Confidencialidad (NDA, en sus siglas en inglés: Non Disclosure Agreement), las partes se obligan a mantener con carácter confidencial cierta información hecha del conocimiento del otro en el transcurso de una relación, usualmente comercial.Al firmar el contrato la parte obligada (pueden ser por ejemplo socios en potencia, asesores externos, clientes futuros, etc.) se comprometen a no difundir a terceros la información sensible que sea de su conocimiento. Es decir, la información que les das es solo para sus ojos.
Por ejemplo, entre una negociación de una empresa y un inversor, es común que el inversor exija ver cierta información de la empresa para decidir su inversión. Puede ser información concreta financiera; o datos específicos sobre el modelo de negocios y planes a mediano plazo.
En estos casos, la empresa que da la información considera importante que se mantenga privada. Entonces, sujetandola a una obligación de confidencialidad de parte de terceros, es como se proteje esa información. Este tipo de contratos es comun en relaciones comerciales.
Es importante proteger la información. Desconocemos si el tercero pudiera darle un uso indebido. Por ello es prioritario establecer a detalle obligaciones.
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