Tienes una idea. Seguro es buena. Pero… ¿qué hacer para que esa idea se haga realidad?
Hay momentos cuando surgen buenas y extraordinarias ideas que pueden revolucionar el mundo, quizás la tuya sea una de ellas. Pero a menudo, muchas personas y empresas se topan con la gran muralla de la indecisión. ¿Qué debo hacer? ¿Hacia dónde debo ir? ¿A quien le puedo confiar mi idea? y otras más...
Sin importar si tu idea es en un principio grande o pequeña, puede ser de gran impacto para muchos. Piensa!, las invenciones realizadas por diversos científicos e inventores cómo Edison, Tesla o Samuel Morse, cambiaron el mundo con sus inventos (los motores eléctricos y la bombilla, por ejemplo), que hoy en día parecen algo tan sencillo de hacer por los avances tecnológicos, pero que fueron esenciales en su momento, para abrir el camino hacia un nueva forma de vida.
La pregunta del millón.
Navegas por Internet... “como concretar mi idea”, buscas en google..., y salen miles de resultados. Seguramente aparecerán “consejos sobre tipos de checklist óptimos, o listas de to-do’s indicadas”; verás consejos sobre técnicas para usar temporalizador, no procrastinar, ejecutar una cosa a la vez.
Una cantidad enorme de técnicas y herramientas para aterrizar lo pretendes. Pero será solo ruido. Tú seguirás perplejo -allí, inmóvil, con el dibujo de tu “idea” en la servilleta blanca-. Hasta que decidas hacer algo. Deja la inmovilidad y decide hacer algo hoy mismo. Acercate más a tu idea original.
La clave: planeación, trabajo duro y paciencia; una triada efectiva.
Planeación
Sin lugar a duda, para que toda buena idea pueda desarrollarse con éxito, es necesario realizar acciones previas, bien pensadas y como miras hacia un objetivo. No es hacer por hacer, es hacer con un propósito.
En este sentido, hazte muchas preguntas, cuestiona la forma de hacer las cosas y reinventa tu propia idea, así, sabrás que hacer algo más que ordinario es lo que te espera.
Toma papel y lápiz o siéntate frente a tu computador , y comienza a vaciar todo esa idea que traes en mente. Piensa las formas de alcanzarlo. Mide tu esfuerzo, tiempo y dinero para lograrlo. No ahorres fuerzas ni entusiasmos. Mantén siempre el buen ánimo y optimismo al 100% para que cuando todo no salga tan bien como esperabas, puedas continuar hacia delante, que es lo que hablaremos a continuación.
Trabajo Duro
Es muy cierto que sin planificación no se logran las cosas como deseamos, pero también es cierto que solo soñar no nos hace tener lo que deseamos. Por ello, si no inviertes tiempo y esfuerzo en la idea que quieres concretar, es muy difícil que se logre por si sola.
Trabajo duro significa sacrificio, tomar más tiempo del planeado, quizás menos horas de sueño y más horas de acción. Significa dejar la comodidad, tener siempre el ánimo de hacer las cosas con la mayor dedicación posible, sabiendo que todo tiene una buena recompensa.
Un consejo que te ayudará a no desenfocarte es tener siempre presente y en la mira lo que deseas lograr con esa idea. Si tus planes son darle un mejor hogar a tus hijos, a tu familia, a tu esposa, a tus padres... Entonces no bajes los brazos y trabaja fuerte para que ellos lo puedan tener, para que tú se lo puedas dar.
Tener siempre presente el "por qué" hacemos la cosas y la fuente de nuestra motivación, nos ayudará en todo momento a dar lo mejor de nosotros para lograr nuestros sueños.
Paciencia
Esta es una virtud y una cualidad que se debe de trabajar en nuestro carácter, si deseamos hacer que nuestras ideas cobren vida y perduren por el tiempo. Muchas veces deseamos que todo se nos de rápido, en la menor cantidad de tiempo. Por eso nos inventamos la famosa "FAST FOOD" (comida rápida), el café soluble, los jugos envasados, la comida enlatada, las fotocopiadoras, la fotografía instantánea, entre otras muchas cosas.
Gracias a estos inventos, nos ahorramos - sin darnos cuenta - miles y miles de minutos cada año. Ahora bien, con nuestras ideas, este sentido no aplica muy bien. Por es es necesaria la paciencia en nuestro carácter.
No significa estar sentado sin hacer nada; más bien es la capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse, ni rebelarse; además de calma y tranquilidad para esperar algo o alguien, que es la definición que comúnmente se nos viene a la mente en primera instancia.
En conclusión, es necesario que tu idea vaya desarrollada por un plan de acción, que te permita saber hacia donde vas, el tiempo que te tomará llegar y el esfuerzo que tendrás que imprimirle al trabajo que realizarás pacientemente, sin perder la fe y la esperanza.
Por el momento, y deja de leer esto y hazlo ahorita.
No hay tiempo que perder. Hay una idea por hacer realidad.
