Es interesante que exista este curso en Georgetown Law sobre Programación Computacional para Abogados.
Interesante y a la vez revelador del aire de nuestros tiempos: en un plan de estudios, legal y programación van juntos. Justamente este artículo del NY Times habla de eso. Dice que la primera vez que Georgetown Law abrió el curso se llenó de inmediato el cupo de 20 alumnos, quedándose 130 en lista de espera.
El éxito del curso ante los estudiantes trae implícita una verdad: los abogados toman consciencia de que el desarrollo tecnológico cambió para siempre la práctica del derecho. El derecho se unificará tarde o temprano. Se simplificará hacia lo útil. No sé en cuántas décadas, o en cuántos siglos. Pero en un futuro de botones, probablemente la teoría del derecho incluirá como "fuente" al mismo código generado mediante autoaprendizaje de inteligencia artificial (deep learning). Entusiasman esos debates enormes que restan; asustan, es cierto..., pero entusiasman.
¿Dónde y cómo hacer prevalecer el humano sentido de justicia?
¿El ejercicio de la profesión legal debe ser monopolio de abogados en una sociedad democrática?
Existe, es cierto, algo de nostalgia: antes, los actos jurídicos (los contratos entre particulares, por ejemplo) tenían un tiempo, una revisión, una cadencia. Ahora, ante las prisas que todo lo invaden, se espera que también los actos jurídicos se hagan con un botón, a toda velocidad.
Un ejemplo es la apuesta existente por fortalecer la Firma Electrónica Avanzada, mecanismo de declaración de la voluntad ya reconocido en la ley mexicana. Esta apuesta hacia la inmediatez, más allá de sus ventajas y ahorros, es un tema del cual nuestros tribunales tendrán mucho trabajo en el futuro.
Justamente, los contratos y las transacciones crean relaciones jurídicas y regulan la interacción de gobiernos, de empresas, de individuos. Con la velocidad del rayo la economía digital nos esta transformando, y justamente ahora nos encontramos en el debate del cambio: ¿cómo regularnos con certeza?, ¿cómo mantener el control administrativo de nuestros acuerdos?.
El debate de sí los robots reemplazaran a los abogados es algo que se puede escuchar por allí. Parece imposible reemplazar la humana intuición, la empatía en la resolución de conflictos, el análisis de sutilezas, el sentido mismo de justicia. Pero hay áreas donde ya se percibe el cambio, descansando en la premisa de que la tecnología es más eficiente en el análisis de bases de datos complejas:
- Análisis predictivo de la ley. Aprendizaje de computadoras para la resolución de problemáticas existentes. Decisiones legales basadas en el análisis de datos, donde las probabilidades son una forma de definir el resultado, y tomar ciertas decisiones en el presente
- Chatbots Legales. Árbol de decisiones con potencial enorme para establecer defensas, y llegar a decisiones de carácter lógico.
- Análisis de contratos e investigación legal. Posibilidad de analizar grandes volúmenes de datos en tiempos cortos. El escarbar en el Big Data.
Seguiremos comentando del tema en nuestro Blog Legal Tracer.
