En primer lugar, debes saber que para poder llevar a cabo servicios en el ámbito de tecnologías financieras, debes ser una persona moral. En pocas palabras, debes tener una sociedad constituida legalmente.
Para constituir una sociedad, se requieren mínimo dos personas, elaborar los estatutos sociales con un fedatario público e inscribir el acta constitutiva en el Registro Público de Comercio.
Una vez que se obtiene el folio del registro de la sociedad, se puede dar de alta ante el Servicio de Administración Tributaria, comúnmente conocido como SAT.
En el caso de las empresas que desean convertirse en Instituciones de Tecnologías Financieras, gracias a la entrada en vigor de la Ley Fintech en 2018, deberán constituirse como sociedades anónimas y en su acta constitutiva deberá contemplar, de acuerdo con el artículo 36 de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnologías Financiera, lo siguiente:
- Contemplen en su objeto social la realización, de forma habitual o profesional, de algunas de las actividades previstas en esta Ley;
- Prevean expresamente que, en la realización de su objeto social deberán ajustarse a lo previsto en la presente Ley y en las disposiciones generales aplicables;
- Establezcan su domicilio en territorio nacional, y
- Fijen una capital mínimo necesario para llevar a cabo sus actividades de acuerdo con lo previsto en las disposiciones de carácter general que para tal efecto emita la CBNV, el cual podrá estar diferenciado en función del tipo de actividades que realicen y riesgos que enfrenten. Previo a la emisión de dichas disposiciones se requiere del acuerdo del Comité Interinstitucional.
En resumen, debes primero darte de alta como persona moral, constituyendo una sociedad anónima con otra persona (como mínimo), y apoyarte de un equipo legal que elabore los estatutos contemplando las disposiciones de la Ley Fintech en su objeto social y que además los socios fijen un capital mínimo necesario para llevar a cabo sus actividades como Institución de Tecnologías Financieras.
Aunado a esto, se debe especificar muy bien las actividades que va a realizar la empresa Fintech, de acuerdo a las que vengan contenidas en la Ley, de lo cual hablaremos en otro artículo la próxima semana. Y que por supuesto, tenga un domicilio en México.
De esta forma, se podrá entonces solicitar la autorización por parte de la CBNV para ser una ITF, cumpliendo con una empresa constituida para dicho fin. Si quieres conocer los requisitos para solicitar la autorización, te recomendamos leer nuestro artículo sobre ¿Cuales son los requisitos para obtener la autorización como Institución de Tecnologías Financieras?
Y si deseas conocer más sobre el tema de las Instituciones de Tecnologías Financieras, hemos escrito un artículo hace varios meses atrás, para explicártelo mejor. Solo dale clic aquí.
En fin, uno de los mayores retos que tienen las empresas que se constituyan como una Fintech, será contar con la confianza de los mexicanos en la adopción de este tipo de nuevas tecnologías, por lo que será sumamente relevante que todos los participantes de este sistema cumplan con un marco legal, los estándares operativos para el resguardo y protección de datos personales.
Esto último lo puedes hacer a través de tener un aviso de privacidad en la plataforma digital o app donde operará la ITF y un contrato de confidencialidad con sus empleados o clientes.
Esperamos que ésta información te haya sido de mucha utilidad. En los próximos días seguiremos hablando más sobre temas relacionados al sector Fintech.
Si requieres apoyo en elaboración de contratos, registro de marcas, constituir una empresa tipo Fintech, no dudes en agendar una asesoría gratuita.
